Empecé mi formación como Pediatra en el Instituto Nacional de Pediatría, un hospital de suma importancia en la Ciudad de México, el cual se caracteriza por  recibir a niños de todo el país, y es centro de referencia para los casos más complicados de todas las especialidades.

Realicé mi internado en el Hospital General del estado de Sonora en donde  conocí a los mejores médicos de Sonora.

Ahí fue  donde conocí la especialidad de endocrinología; al concluir la especialidad en pediatría inicié mi formación como endocrinóloga pediatra.

Cumplí mi  servicio social en el Desierto de Altar en donde me enfrenté a problemas de salud muy difíciles y aprendí mucho. Ahí entonces comprendí que prefería trabajar con los niños y decidí que quería ser pediatra.

Concluí mis estudios en el año 2011 y desde entonces resido y trabajo para la niñez sonorense.